Ella no temió en mostrarle su alma a aquel extraño de tres días, de enseñarle con detalles lo que guardaba con recelo por dentro. Él la miraba curioso y le ponía atención y a los ojos de la mujer, era el ser que mayor atención le generaba, se moría por besarlo y estar con él.
Se aferró a sus brazos, quedándose dormida, estaba tan tranquila que no quería despertar, por primera vez no quería despertar, no por el aburrimiento sino por la tranquilidad que su lecho le brindaba.
Lo deseó, lo desea, ella quiere volver a esos brazos y no salir nunca más. Será que él estaba dispuesto a ser ese apoyo para ella toda la vida, quién sabe, quizá él quería lo mismo, ser ese lecho tranquilo que cuidaba esa alma cansada y triste por la vida, que vaga, sola.
jueves, 9 de septiembre de 2010
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NENA LA PUEDO PUBLICAR DIOS!! ES COMO LO Q ME ESTA PASANOD AHORITA!1 AHI SI SUPIERASSSSS CREO Q ME ENAMORE HAHA
ResponderEliminarClaro que puedes, sólo dame créditos por el asunto :D
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